Scarlett volvió al apartamento que compartía con Marcus sintiéndose culpable. Estando con sus amigas los minutos habían pasado rápidamente y mirando la hora se dió cuenta de que su esposo debía estar esperándola en casa. Creyó que le había fallado y que le había dejado el trabajo a medio terminar.

Temerosa entró al apartamento pensando que tal vez el estaría enojado y que lo que era tan bonito y pacífico podría derrumbarse.

Caminó con lentitud por el apartamento y cerró los ojos al sentir el delicioso aroma de la cena. Se asomó a la cocina y lo vió con un delantal puesto cocinando sumamente concentrado. No pudo evitar tomarle una fotografía sonriendo en su dirección. Se veía tan lindo allí. El flash y el sonido del teléfono hizo que el volteara mirándola divertido.

-No sabía que te gustaba tanto para que me tomaras fotografías- Se acercó a ella y le dió un beso en los labios

-¿No estás enojado?- Con temor quiso saber, no podía ser tan perfecto. La hora de cenar habitualmente había