Capítulo 14. La habitación nupcial, parte 1
La llevaron a la casa de Fabrizio y tal como había dicho Vincenzo, estaba en su mejor sueño de la resaca, se acercó a la ventana y con un ruido seco, abrió las cortinas, el sol le dio de lleno en la cara a Fabrizio.
–Que alguien cierre esas cortinas, por favor.
Dijo Fabrizio como en una agonía, la cabeza le iba a estallar.
–Levántate por favor, yo estoy en un gran aprieto y tú como si fueran las seis de la mañana.
– ¿Qué haces aquí? No quiero que el loco de tu esposo venga por mí y ahora sí me lleve a dar un paseo.
–Me había imaginado que anoche habían hecho eso, pero me ha confesado que ni siquiera te han tocado un pelo, así que levántate y vamos para que te tomes una taza de café.
–Puedes traerlo a la habitación, me duele la cabeza y todo el cuerpo, no seas mala, amiga, hazlo por los años que llevábamos de conocernos.
–Muy bien, pero quiero que me ayudes en esto que te voy a contar.
Mientras, en el hospital, Raissa era llevada a la habitación que le habían asignado, por un momento l