Todo pasa, menos el amor.
En la sala de espera del hospital Zoraida, Zendaya y Zara, esperaban ansiosas el resultado de la operación de Zayed. Salím aprovechó que sus consultas se reanudarían unos días después para acompañar a su prometida en el hospital. El médico entró en la sala de espera, la leve sonrisa que asomaba a sus labios les indicó que traía buenas noticias.
―La operación del señor Al-Murabak fue un éxito ―dijo el galeno―en este momento está en sala de recuperación, despertará en un par de horas y si todo sigue igual será pasado a una habitación donde podrán acompañarlo.
―¡Oh, doctor, muchas gracias! ―dijo Zoraida ―No sabe lo feliz que estamos con la noticia. ¿Cuándo podremos llevarlo a casa? ―preguntó esperanzada.
―Si todo marcha bien en tres días podré darle el alta.
Cuando al fin pudieron entrar a verlo, lo encontraron con muy cara, lo que las terminó de convencer que se recuperaría.
Al volver a casa Rio esperaba a Zayed con las zapatillas en la boca, su padre al verlo