Desde el punto de vista de Mina
Estaba disgustada y muy triste, habían pasado unos días sin que ninguno de mis Mates me visitara. Mi lobo estaba callado y no se atrevía a hablarme, sabía que había herido a Ivar y esperaba que no le hubiera dicho la verdad a Kon, yo tenía la culpa y estaba confundida.
Eran los malos y debía odiarlos, pero entonces, ¿por qué me sentía mal?
Mi mente consciente se aseguró de torturarme por lo que había dicho, a mis ojos yo era la traidora.
Eva solía traerme la comida, pero se negaba a quedarse conmigo unos minutos, aunque no podía decirlo, sabía que alguien debía haberle dicho que trajera la comida y recogiera los platos sin decir mucho. Evitaba salir de mi habitación porque tenía miedo de encontrarme con alguno de mis Mates, ¿cómo iba a enfrentarme a ellos?
Mi lobo me gruñó fuertemente y luego se calló.
—¿Qué, en serio quieres que vaya a buscarlos después de lo que pasó? —pregunté en silencio.
Se quedó en silencio, pero pude percibir sus sentimientos, de