Bárbara.

Dos días después.

Habían pasado tan solo dos días en los que estoy encarcelada en este lugar, he buscado las miles maneras de escapar pero es más difícil de lo que pensé, todavía me causaba conflicto ver a estas personas tratarnos como si fuésemos lo peor que existe, es horrible estar aquí y no poder tener libertad de nada.

No he podido conocer a nadie más en este lugar, solo he estado en la cocina y limpiando la enorme casa, los que no son humanos, son tratados como animales, cosa que me molesta demasiado porque son personas que sufren y ver cómo los tratan es algo enfermo.

Hasta ahora no he sabido nada de Maya, no se si esta bien, si ha comido, si la han lastimado, eso es algo que no me deja en paz, solo espero poder encontrarla para así poder escapar de aquí, ya no quiero seguir en este lugar, debo huir así muera en el intento.

—Barbara, ve a llevar la cena —me dieron la bandeja como siempre, tenía que ir hasta el despacho de la bestia para que se pudiera alimentar, verlo