No había sido mala idea aceptar la propuesta de Benjamín, el había tratado lo más posible de que no me sintiera incomoda con su presencia y eso lo agradezco demasiado, porque no podría soportar estar siempre incomoda y no solo eso sino que trataba de hablar bastante conmigo para que me acostumbrará a su tono de voz y era lo mejor, porque no podría resistir estar evitándose, por cada ves que pronuncie una palabra.
Y mi familia estaba más que feliz cada día, más cuando Verenice les cuenta que yo estuve en la hora de descanso hablando con mi pareja destinada y eso hacía que se volvieran más locos, incluso me pidieron que lo llevara o ellos harían una cena familiar, donde estén hasta los padres de ellos, pero mejor espero que ellos hagan la invitación, porque más voy a demorar yo en invitar a Benjamín que mis padres contactando a los líderes de la manada vecina, mejor dicho, posiblemente ahora mismo tiene que estar haciéndolo, porque ellos siempre todo lo hacen antes que yo, porque saben