Elizabeth.-
¡Oh por dios! Siento que me estoy volviendo una ninfómana, cada vez que veo a Bastián, bueno no puedo evitar lanzarme sobre sus brazos, todo mi cuerpo se estremece incluso cuando solo me ve, estoy pérdida… Nunca pensé que podría llegar a amar tanto a un hombre, siento que ya no puedo avanzar o dar un solo paso sin él a mi lado.
— ¿En qué piensas reina mía? –Susurra en mi oído, mordiendo delicadamente mi oreja ¡¿Cómo quiere que no me caliente con eso?!
— En que si seguimos así no vamos a ser capaces de volver –Me giro en la cama quedando debajo de su hermoso cuerpo.
— ¿Sí seguimos así? Yo estaba muy tranquilo preparando el almuerzo y tú…
— ¿Ah? ¿ahora yo soy la culpable? –Se encoge de hombros, dejando un beso en mis labios –. Me encantaría quedarme, pero tenemos muchos compromisos y… aunque me encantaría estar así contigo para siempre solo tú y yo, hay mucho que hacer Bella y Joel deben estar volviéndose locos con todo y con todos.
— Podemos contratarles dos asistentes a