Cap. 32: Cena romántica improvisada en la oficina.
Armando se puso nervioso.
—Fue al baño.
—Sí —agregó Teo, tragando saliva—. A veces tarda... muchísimo.
Mateo giró su cabeza hacia ellos.
—¿Desean que oculte los datos de localización de Mara Díaz Duque durante los últimos tres minutos?
—¡Sí! —exclamaron los niños al unísono.
—Entendido. Activando protocolo de discreción.
—¿Por qué activan ese protocolo? ¿A dónde fue realmente Mara? —preguntó Amelia.
Los niños se pusieron pálidos, pero justo en ese momento Mara reapareció por el lado opuesto, agitando una mano.
—¡Ya volví! Me perdí en el pasillo —mintió con cara de “niña buena”.
—Y qué andabas haciendo por ahí mi muñeca —preguntó Luis. —¿Algún experimento secreto?
Mara negó con la cabeza.
—No, hoy me porté bien.
Mara se acercó a Teo como si nunca se hubiera movido y le susurró al oído:
—Misión cumplida.
—Gracias —susurró él bajito.
—¿Ya nos vamos? —preguntó Teo, acercándose a Amelia mientras los demás recogían sus cosas.
—Tú sí, cariño. Hoy tengo que quedarme un rato más trabajand