Los enanos y yo bajamos de dónde estaba su escuela hasta el liceo de Peter, que ya debería estar por salir.
-Mamá, hoy la profesora nos dijo que el viernes tendremos libre el viernes porque van a fumigar la escuela.
-Sí, salen muchos insectos feos.
Manuel hizo un gesto de asco y luego me jalo un poco para hacer que viera la farmacia.
-¿Nos compras algo de comer?
-¿Una pizza no quieres?
-¡Si quiero!
-Pues no hay, Manuel. Cuando lleguemos a la casa te serviré la comida.
Ay carajo, creo que se me pasó hacer la carne, me van a comer viva. Mejor sí les compro la chuchería.
-Pensándolo bien. Vamos a la tienda a comprar porque Peter casi siempre tiene hambre.
-Mamá, Peter siempre tiene hambre.
-Sí, Peter, cuando estamos con papá siempre se come seis panquecas y no nos deja miel.
-Por eso hay que levantarse temprano y no dormir hasta las diez de la mañana.
Dije antes de entrar a la farmacia donde venden un poquito de todo y no solo medicina.
-Algo que no pase de dos dólares.
-Es más divertid