Felizmente casados

Por Melina

Nuestro departamento estaba vacío, es decir, con muebles y electrodomésticos, pero ninguna de las dos vivíamos allí, sin embargo, solíamos pasar, para descansar ó usarlo para alguna reunión donde se necesitaba discreción.

Terminó siendo más oficina que otra cosa.

Algunas veces nos escapabamos con Cris y hacíamos el amor en el sillón, sin temor a que escuchen nuestros gemidos o que Ale se despierte.

Estábamos amoldandonos a nuestra nueva vida.

Llamé a mi primo, pero seguía muy pasado de rosca y no estaba en condiciones de tomar un avión, eso me entristecía.

Le pregunté si podía venir, pero él mismo sabía que no.

Es la vida que eligió, yo nunca pude lograr que salga de ese círculo vicioso en que se encontraba.

Me pidió perdón por fallarme, en realidad se fallaba a él mismo.

No sé sí eso lo va a hacer recapacitar, espero que algún día logre salir del pozo donde se encuentra, yo le pagaría con gusto una internación, pero él no quiere y yo no tengo poder para hacerlo a la fuerza
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo