Narra Damián
No soporto mas a esa mujer y estar viéndola todos los días, así que le he puesto mucho trabajo, quiero que se cansé y termine por irse por voluntad propia. Que haga su vida, pero lejos de mí. Además, me he estado llevando cada día mejor con Amelia, es comprensiva y sé que no me engañara con otro, o al menos eso espero.
—Cielo, vine por ti para ir a comer. —Y hablando de Amelia. Y está muy sexy.
—Mejor adelantemos el postre. —La cargo en mi regazo y la recuesto en el sofá, le quito su rompa intima y saco a mi amigo quien ya la dese4 y entro en ella, así como le gusta, de una sola estocada haciéndola gemir.
—¡Damián! —Grita mi nombre y la envisto con más fuerte hasta que ya no puedo y me vengo dentro de ella.
—¡Dios! —Me recuesto a su lado.
…
Una vez que nos vestimos, Marcela le llama para invitarla a comer.
—Lo siento, mi cielo, pero tu hermana me solicita. —Me da un casto beso en los labios y se va.
Llamo a mi asistente para entregarle más trabajo, quiero que se c