9- PADRE SOLTERO. Una seria conversación.
Ana dejó a Emanuel viendo la película y siguió a Maxwell por las escaleras.
El hombre cojeaba menos del pie, pero aun así subió un poco lento y ella lo siguió en silencio.
La puerta al lado del gimnasio estaba abierta y cuando Ana entró detrás de él se quedó maravillada por lo que veía.
Era, literalmente, un laboratorio pequeño con luces por todas partes, frascos de vidrio y sobre una mesa un una decena de cuadernos.
— ¿Estudia? — le preguntó y él asintió.
— Tengo una licenciatura en biotecnología y química, pero ahora estoy estudiando unos cursos de biología, quiero demostrar que se puede extraer de los genes de los animales, como los tiburones, la llave para muchas enfermedades… — sacudió la cabeza al ver la cara de asombro de Ana — lo siento, siempre se me va la mano cuando hablo de estos temas.
— No, está bien, es muy interesante — Maxwell le indicó que se sentara en la silla junto a él.
— Quiero hablarte de lo que pasó — le dijo él y Ana pasó saliva — no sé lo que has vito, pero