12- PADRE SOLTERO. Derribar el árbol.
Ana se metió en la cama y se cubrió con las sábanas hasta el cuello, Maxwell se sentó en el mueble frente a ella con las piernas estiradas, en el rostro se le veía un cansancio acumulado de varios días, pero le sonrió y ella le sonrió de vuelta.
— Siento lo que pasó — le dijo él Ana se encogió de hombros.
— No importa…
— Sí, sí importa, Ámeli es muy impertinente, no debió haberte hecho sentir incómoda — Ana ladeó la cabeza.
— Yo la entiendo — le dijo la muchacha — ella solo quiere saber qué clase de mujer contrató su novio, debe estar pendiente — Maxwell la miró con los ojos abiertos, luego soltó una carcajada que dejó a Ana estupefacta sobre la cama.
— Bueno, supongo que es fácil caer en ese error — Ana bajó los pies de la cama, pero no se quitó las sábanas de encima — Ámeli no es mi novia — ahora fue Ana la que se rio, pero en cuanto vio la cara seria del hombre se borró su sonrisa.
— ¿Qué? — Maxwell asintió.
— Es mi amiga, nos conocemos desde que ambos teníamos como diez años, apar