Era verdad que, por ser el novio, Ángelo no necesitaba dar ningún regalo, pero si espíritu competitivo lo hacia querer comprar algo lujoso y costoso para regalarle a su amada; donde ese instinto se hacía presente cuando se enteró de todas las remodelaciones y lujos que estaba poniendo Dimitri en la antigua casa de Stefanie.
- Tch… se ve que le está quedando preciosa – dijo molesto Ángelo al ver las fotos que habían conseguido su espía de la casa.
- Se ve que están tomando su tiempo porque la desean reconstruir de la misma forma en la que se encontraba antes de abandonarla, incluyendo muebles, objetos y pintura – opino Giovanni al ver el gran trabajo de reconstrucción apoyándose en el álbum de fotos que lograron rescatar.
- Jooo… ¿cómo puedo competir contra la nostalgia?
- Pero Ángelo – le llamo Giovanni – se supone que es el regalo de bodas para ustedes, tu no…
- Aun así, no quiero que él me siga ganando – dijo molesto el pelinegro.
- Am… lo dices porque además de pagar la boda, Dimit