—¡Soy la señora de esta casa!— espetó —no desobedezcas mis órdenes, quiero sorprender a mi esposo, pero estás siendo un obstáculo— lo mira con enojó por lo que Owen le dice
—lo lamento señora, puede marcharse— se hace a un lado y Charlotte se quería disculpar por la forma en que le habló, pero guardó silencio y se apresura a salir de la mansión.
Los nervios que siente en estos momentos, no la dejan pensar con claridad, sin embargo, un auto se acerca, y ella al ver, es aquella pelirroja.
—¡Sube al maldito auto!— ordena, y Charlotte mira hacia los lados —¡Rápido!— gruñó y ella se sube al auto, con los nervios a flor de piel.
La pelirroja conduce para salir del largo camino y encontrar la vía principal, donde justamente está ingresando James Brown.
El hombre está ansioso, por todo lo que debe decirle a Charlotte.
—¿A dónde me llevas?— pregunta
—¡Con mi jefe! Él te dará el dinero, eres bien estúpida, si yo estuviera en tu lugar, agarro ese dinero y me largo de vivir una buena vida
—afo