MIÉNTEME Y ÁMAME
MIÉNTEME Y ÁMAME
Por: Tatty G.H
PREFACIO

Miré mi mano izquierda, más específicamente, el reluciente anillo dorado en mi dedo anular. La sortija era brillante, simple, solo un círculo adornando mi mano. Pero, extrañamente, el solo verla me aceleraba el corazón; ese era mi anillo de matrimonio.  

Sonreí ampliamente y levanté la mano a la luz de la lampara, a fin de que el oro destellara en mi dedo. 

—¿Estás feliz? —susurró en mi oído, abrazándome por detrás. 

Colocó la palma de la mano justo en mi bajo vientre y, a pesar de traer puesto un vaporoso vestido de novia muy cómodo y sencillo, mi respiración se aceleró. Con las mejillas algo rojas, coloqué una mano sobre la suya.  

Luego me volví hasta quedar de frente a mi esposo, mi perfecto esposo. Él me sonrió y yo me puse todavía más colorada. 

—Te amo, Livy. Gracias por casarte conmigo. 

Dado que estaba descalza, tuve que ponerme de puntillas y apoyarme en sus hombros para intentar alcanzar su boca. Al verme en dificultades, me tomó de la cintura con un brazo y me cargó. Riéndome, anclé mis piernas en sus caderas. Me abracé a él por completo. 

—Mi señor... 

Con nuestras miradas al mismo nivel, delineé sus labios con un dedo, acaricié su mandíbula, me sumergí en el abrasivo color de su sombría mirada. 

—Nunca fui tan feliz —suspiré acercando mis labios a los suyos—. Tú y nuestra habichuela me han hecho la chica más feliz del mundo. No me arrepiento de nada, de absolutamente nada. 

En lugar de responder, él colocó una palma en mi espalda baja y me atrajo cariñosamente hacía sí, hasta unir nuestros cuerpos por completo. Y por primera vez, nos besamos al mismo ritmo, a la par, persiguiendo la misma intensidad. 

Cuando, entre risas y besos, caí en la cama sobre él, no me avergoncé en absoluto. Es más, le sostuve la mirada mientras me subía la falda del blanco vestido y me deshacía del corpiño. 

Apenas quedé semidesnuda, me incliné sobre él y apoyé ambas manos a cada lado de su cabeza. Nos miramos a los ojos, yo midiendo mis deseos, y él apenas conteniéndolos. 

—Lo amo, mi señor. 

Soltó un ronco gemido al sentirme tan cerca. 

—Y yo te adoro con locura, Livy. 

No espero un segundo más, me tomó por las caderas y comenzó a besarme con verdadera hambre. Su cuerpo pronto empezó a moverse contra el mío. 

Hice una mueca y gemí contra su boca. Todo eso se sentía irreal. Era cómo un sueño, los sonidos eran mas nitidos de lo normal, y los colores de la habitación, eran muy brillantes y coloridos.

—Livy, yo también te amo...

Tatty G.H

Mañana RELACIONES FRACTURADAS. Gracias por leer y seguir Miénteme y Ámame. ¿Te gustas las novelas Young Adult, el romance, las historias juveniles con trasfondos interesantes? Te invito a leer Señorita Negro, ya disponible en AMAZÓN Y PRONTO POR BUSCALIBRE Y EN FORMATO FISICO. Señorita Negro, por tatty G.H. Sí alguien te ofreciera cambiar tu pasado a cambio de ti mismo, ¿aceptarías? Alessa es una chica oscura en una historia romántica.

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