MILA
Me guía por la fábrica, mostrándome las diferentes máquinas que producen las armas. Maximiliano se detiene frente a una gran prensa hidráulica.
—Esta es la que nos permite dar forma a los cañones de los rifles —explica, mientras acciona un interruptor y la máquina cobra vida—. Es un proceso delicado, pero crucial para la precisión del disparo.
Me acerco para ver mejor, fascinado por la complejidad del proceso.
—Es impresionante —digo—. ¿Y qué hay de la munición? ¿Cómo se fabrica?
Maximiliano sonríe, claramente orgulloso de su trabajo.
—Eso es lo más interesante —dice, llevándome a una sección de la fábrica donde se encuentran varias máquinas que producen cartuchos—. Aquí es donde se ensamblan los componentes. La precisión es fundamental para garantizar que cada bala sea idéntica.
Me muestra cómo se cargan los cartuchos con pólvora y cómo se ensamblan las balas. Me impresiona la atención al detalle que requiere cada paso del proceso.
—¿Y qué hay de la seguridad? —pregunto, mientra