—Bueno, Natalia no tomó muy bien la relación entre Maximiliano y yo —digo—. Se sintió traicionada y engañada, y cree que estoy traicionando la memoria de mi hermano.
Alisa frunce el ceño.
—Eso es muy difícil para ti —dice—. ¿Cómo te sientes al respecto?
Suspiro.
—Me siento triste y confundida —digo—. Quiero que Natalia me entienda y me apoye, pero al mismo tiempo, entiendo por qué se siente de esa manera. Es una situación muy complicada.
—Lo entiendo, Mila —dice—. No es fácil para Natalia aceptar la relación entre tú y Maximiliano. Pero creo que debes darle tiempo, permitir que procese sus emociones y que entienda que tu relación con Maximiliano no es una traición a tu hermano.
Me miro a Alisa, agradecida por su comprensión.
—Sí, tienes razón —digo—. Pero es difícil ver a Natalia sufrir de esta manera. Por fin pensé que iba a tener una familia unida, con abuelos para mis hijos, algo que yo nunca tuve. Pero ahora, con la reacción de Natalia, todo se ha complicado.
Alisa asiente, su ros