Beca está decidida a conocer cada parte del castillo y en esta ocasión se dirige hacia la cocina.

“Aunque algo dentro de mí me dice que jamás me acostumbraré a un lugar tan riguroso y cuadrado como este” piensa ella al mismo tiempo que se asoma por la ventana del segundo piso a observar a todos los guerreros que se encuentran debajo de ella.

— Todos se ven tan acostumbrados a tener controlado todo su tiempo que da miedo— susurra Beca aunque en ese instante se distrae por un pequeño movimiento irregular entre los arbustos.

“No puede ser, no puede ser” piensa ella al mismo tiempo que comienza a correr desesperada por los pasillos para llegar lo más rápido posible a su lado.

Justo en el instante en qué se encuentra en esos arbustos comienza a llamarlo y por su nombre por medio de susurros.

— Bruce ¿te encuentras bien? ¿qué pasa cariño?¿qué tienes? yo puedo ayudarte, solo acércate— Beca sentía que el alma se le partía al mismo tiempo que observaba el rostro completamente blanco de Bruc