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Sale del complejo de apartamentos de Barbara con un sin sabor, esa niña me tenía mal, ahora necesitaba pensar en como hacer que me perdone.
Camine rapidamente a mi coche, mañana me encargaría de pensar en algo con cabeza fría, ahora necesitaba atender los golpes que caesar me había dado.
Llegué a mi apartamento vuelto nada, pelear con Caesar era como pelear conmigo mismo, ambos teníamos la misma complexión, y éramos bastante parejos a la hora de pelear.
Caesar me había dado unos buenos golpes, merecidos me los tenía, pero si que dolían como el infierno.
Fui al baño y me mire la cara en el espejo, me veía terrible, tenía el pómulo hinchado y la nariz vuelta nada.
Me limpie las heridas y después me di una ducha rápida, mañana iría fondo Luciano para que me ayudara con el investigador.
Al día siguiente fui a la oficina de Luciano, el me atendió de inmediato, pero al mirarme su expresión se puso dura.
— ¿Que carajos te paso en la cara? pensé que el que se metía en peleas era Mariano — M