Hoy me levante un poco más tarde de lo común, victoria estaba tirada sobre mi pecho, su nariz se veía aún más pequeñas, y sus mejillas rojas pedían ser pellizcadas.
- victoria vamos al gimnasio -
Ella abrió los ojos lentamente y solo asintio con la cabeza, después me abrazo aún más fuerte y volvió a quedarse dormida.
Yo me levante lentamente y salí de la cama, hoy no tenía tiempo de hacer algo de ejercicio, tenía un par de negocios que necesitaba atender con urgencia.
Me bañé bastante rápido y me vestí, victoria aún estaba dormida, yo me acerque a ella y la desperté dándole una nalgada, ella me lanzó una almohada y me mostró el dedo medio.
- por qué no puedes dejarme ser feliz! -
Yo me subí a la cama y le di un buen beso de buenos días.
- me voy, vamos a almorzar, llega a la empresa a la hora del almuerzo -
Ella asintio de mala gana, yo le di otro beso y me baje, mire mi reloj y si no me daba prisa iba a llegar tarde.
Apenas llegué a la empresa fui directo a la sala de conferencias, h