Meses después, Aurora seguía trabajando en el hospital su vientre era muy abultado y el cansancio era notable pero no quería dejar de trabajar, tenían muchos pendientes.
Rafael estaba dedicado a ofrecer fármacos para el tratamiento contra el cáncer, mejoraba las defensas y ayudaba a que el paciente con detección temprana pueda mejor sin necesidad de quimioterapias.
Aunado a sus cirugías en el hospital y ayudar a Barbara con los nuevos residentes, su tiempo era muy poco para estar con Aurora, por la noche llegaba cansado, encontraba a su esposa dormida en la cama y él solo se duchaba y la abrazaba para descansar.
La señora Ana, se encargaba de sus nietos feliz, conocía todo el trabajo que su nuera y su hijo tenían en estos tiempos y quería ayudarlos con la crianza de los chicos, claro que Renzo y David eran muy inteligentes y maduros, ella no tenía problemas con ellos.
Los lunes Aurora no se presentaba en la oficina, solo Rafael para agendar cirugías p