En ese preciso momento, Sofía comprendió que Aurora había sido la mente maestra detrás del plan del día anterior, y pensó que, en realidad, era un poco estúpida. Ya que si hubiese sido ella quien lo ejecutara, lo habría afinado mejor, para que Anna no tuviera ninguna posibilidad de salir ilesa. Continuó con sus pensamientos en silencio, decepcionada, pues había creído que Aurora era más inteligente. Pero, aun así, por ahora iba a necesitar que le prestara sus manos primero. Así que volvió a repetir lo que ya se había dicho antes: el enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Ambas estuvieron de acuerdo con eso.

Y así comenzó una amistad que, con el tiempo, se convertiría en la raíz de grandes problemas para Mariana.

Después de esto, Sofía dijo:

—O sea, ¿qué fuiste tú quien ideó el plan contra Anna ayer?

Aurora se puso un poco pálida, pero Sofía continuó hablando:

—No te preocupes, no te delataré. Y te felicito, fue un buen plan… ojalá hubieras logrado tu propósito.

Aurora, al recibir aquel in