Cinthia en aquel momento la miró con disgusto y le dijo con tono seco:

—Vigila aquella mesa y toma fotos, que ya volvemos.

Verónica solo asintió con la cabeza, pues tenía la boca llena de comida y no podía hablar.

Mientras tanto, en el baño, Cinthia se volvió hacia Mariana y le dijo en voz baja:

—Tranquilízate, Chiquis... alguna explicación debe tener lo que vimos.

Mariana miró a su amiga, muy enojada, mientras le decía:

—Por más que pienso en una explicación, no la encuentro.

Luego tiró con rabia, la toalla de papel con la que se había secado las manos a la cesta de basura. En ese momento, se abrió la puerta del baño y entró Sofía, con una mirada llena de superioridad.

Y le hizo una pregunta directa a Mariana:

—¿Sabes por qué Felipe, desde que me fui, no se ha casado aún?

Mariana no le respondió nada, y Sofía, sin esperar reacción, continuó:

—Porque él todavía guardaba la esperanza de que yo volviera.

Mariana apretó los puños con fuerza y respiró hondo, recordando las palabras que si