79. LA VIDA.
Duerme pequeña, no tengas temor
Mamá te va a buscar un ruiseñor
Si su canto no te suena placentero
Mamá te comprará un sonajero.
Ver los hermosos ojos de Emma jugar a cerrarse mientras yo cantaba en un suave susurro para ella esa canción era magnífico. Tomaba con fuerza mi dedo índice y yo me balanceaba por toda la habitación mientras la arrullaba y esperaba que se quedara dormida al fin.
Subí un poco el tono de voz para que Ismael que dormía en mi cama y conmigo pudiera escuchar.
Y si el sonajero no suena bien
Mamá te mecerá en un vaivén
Y si te cansas del achuchón
Mamá te va a buscar un acordeón.
—Papá —Ismael me estaba llamando.
—Hijo.
—Yo… la extraño —dijo y sabía que tenía ganas de llorar.
¿Cómo ser fuerte para dos personitas si yo estaba igual que ellos?
—Mi pequeño te prometo que… —me sentía extraño porque no podía hacerle promesas vacías.
—Hijo —mi madre entró a la habitación acompañada de mi hermana Samantha que ahora vivía conmigo y me ayudaba con los niños, su madre, mi ma