Sacudí a Zeky mientras su hermano deslizaba su lengua dentro y fuera de mí. Los gemidos de ambos llenaban la habitación, mezclándose con mis gemidos y jadeos. Siento una mano que sé que es la de Zeky deslizándose por mi costado, más y más abajo, hasta que palpitaba por liberarme. Me arqueé, desesperada por ello, pero me mordió el cuello.
—Lo tendrás cuando te lo dé—, afirma. —Retuércete en la lengua de Herson. Quiero verte follarte con su lengua. Y luego...— Me lame el cuello. —Luego, llevaré mi dedo a tu clítoris—.
No dudo en hacer lo que me dice, arqueándome y corcoveando, girando mis caderas para encontrar la lengua de Herson cada vez que se desliza dentro de mí. Muevo mi mano al mismo ritmo que la lengua de Herson me penetra. Cruzo los tobillos detrás de la cabeza de Herson, abrazándolo. Sus manos envuelven mis muslos, presionándolos aún más contra su cara mientras me devora. Los dedos de Zeky recorren los pocos centímetros hasta mi clítoris. Se detienen allí y se me escapa un gem