Muchas de las cosas que pasan alrededor de uno, no es por nuestra culpa o porque quisimos hacerlo. Todo eso se debe, a que el Diablo, está ahí, al lado de esas personas, diciéndoles a quienes deben de matar y que deben de hacerlo.
Las personas, quienes cometen esos crímenes, lo hacen sin dudarlo dos veces, porque entran en una especie de trance y eso, también es provocado por el Diablo.
Esta historia es corta, porque ocurrió sin que nadie estuviese preparado para esto y ocurrió sin previo aviso.
Yo estaba viviendo, a unos pocos kilómetros de ellos y cómo a todos quienes los conocieron, simplemente me agradaron e inmediatamente, nos llevamos bien.
En la famosa casona, situada en Ipswich – Massachusetts, vivían una familia de apellido Ingalls. El papá, se llamaba George, la mamá Georgiana y sus hijos G