CAPÍTULO 40.

MONICA MORETTI.

TE AMO, MI ADONIS, MI LOBO.

TE AMO, PRECIOSA FIERA GATITA

No podía estar más feliz con el resultado que dictaminó el juez, siendo sincera conmigo misma. Tenías mis dudas, de poder lograrlo, ya que era la primera vez que me enfrentaba antes a un juez y el jurado.

Cuando declararon la inocencia de mi defendido, sentí ganas de gritar de la felicidad.

— Esto apenas comienza — comenta Marcos cuando estamos en su Penthouse.

Me entregó la copa llena de vino y él con la suya — vamos a brindar — dijo, tomando asiento a mi lado.

— Brindemos, por el triunfo de hoy, por los que vendrán y, por últimos, que sea la mejor de Roma y el mundo. Exclamó con sinceridad.

— Salute —ambos dijimos al unísono.

— Lo hiciste muy bien— comenta Marcos al acomodarse junto a mí —. Estoy orgulloso de ti. —Suelta el aire que tenía contenido y deja un beso en mi cabeza.

Estoy sobre su pecho escuchando sus palabras, mismas que me reconfortan, me dan seguridad y al mismo tiempo me siento