Al entrar, no pude contener mi emociΓ³n al ver a mis papΓ‘s y mi amiga SofΓa, junto con los profesores MartΓnez y thomson y corrΓ a abrazar a mi profesor.
βGracias, profe, por confiar en mΓ. Si no hubiera sido por su ayuda en estos aΓ±os, no estarΓa aquΓ βdije, con lΓ‘grimas en los ojos.
MartΓnez sonriΓ³ y me abrazΓ³ con calidez.
βNo, SofΓa, las gracias se las dΓ© a usted misma. Es por su esfuerzo y dedicaciΓ³n. Eres muy talentosa.
Me retirΓ©, sonriendo, y me acerquΓ© a mis padres y Valeria, que me recibieron con un abrazo y me felicitaban efusivamente. SentΓa una mezcla de orgullo y alivio, como si un peso enorme se hubiera levantado de mis hombros.
Mientras tanto, vi a Leonardo acercarse a Thomson, quien le dijo:
βEstuviste excelente, Leonardo. Me encantΓ³ tu interpretaciΓ³n.
Pero antes de que Thomson pudiera continuar, el papΓ‘ de Leonardo intervino, con una expresiΓ³n de desaprobaciΓ³n.
βΒΏExcelente? Pudo haberlo hecho mucho mejor. Para eso le pago, para que no le enseΓ±e a mi hijo a conformarse c