Mientras bailΓ‘bamos, Leonardo me mirΓ³ con una intensidad que me hizo sentir vulnerable. SentΓ que podΓa ver a travΓ©s de mΓ, que conocΓa mis secretos y mis miedos. Pero en lugar de sentirme incΓ³moda, me sentΓ segura. Me sentΓ como si estuviera en casa.
De repente, Leonardo se detuvo y me mirΓ³ fijamente. Sin decir una palabra, se acercΓ³ a mΓ y presionΓ³ sus labios contra los mΓos. Me sorprendiΓ³, pero no me resistΓ. De hecho, me sentΓ atraΓda hacia Γ©l, como si una fuerza magnΓ©tica nos uniera.
El beso fue intenso y apasionado, con una mezcla de emociones y alcohol. Nos besamos como si no hubiera un maΓ±ana, como si solo existiΓ©ramos nosotros dos en ese momento. La mΓΊsica y la multitud desaparecieron, y solo quedamos Leonardo y yo, perdidos en nuestro propio mundo.
El beso durΓ³ lo que pareciΓ³ una eternidad, hasta que finalmente nos separamos, jadeando y mirΓ‘ndonos con una mezcla de sorpresa y confusiΓ³n.
ΒΏQuΓ© habΓamos hecho? ΒΏQuΓ© significaba eso?
Nos miramos durante un momento, sin decir una