—Hola a todos—digo—. Ésta es Ariana Álvarez, mi prometida. Incluso ella me mira cuando doy el anuncio.
Sophia sonríe dulcemente. Evito mirar a Iván porque lo que vi en el momento en que cruzamos la puerta es que la estaba mirando como sabía que haría. Apuesto a que el hijo de puta estaba contando las horas hasta que llegáramos.
Mi padre es el primero en levantarse y se dirige hacia nosotros. No estoy seguro de qué esperar de él, pero cuando una pequeña sonrisa rompe su rostro arrugado, me siento más a gusto.
Creo que de todos, Ariana estaba más preocupada por él.
—Encantado de conocerte, querida. Soy Sergei Dmitriyev, el padre de Alessandro y Pakhan de Baranov. Bienvenida a mi casa—dice mi padre, extendiendo la mano para estrechar la de Adriana.
Ella la toma y le devuelve la sonrisa.
—Gracias por invitarme.
Mi padre me lanza una mirada, y por eso sé que está bien con ella. Él siempre iba a estar bien con mi plan, pero estar bien con ella es un asunto completamente diferente.
—Puedo ve