Capítulo 71 – Tentación prohibida
El doctor les había dado la noticia que tanto anhelaban: el bebé estaba sano. Sin embargo, había impuesto una regla clara que sorprendió a Gabriel:
-Nada de sexo por ahora -había dicho con firmeza-. Necesito que Isabela se tome estos primeros meses con calma.
Gabriel asintió, aunque por dentro sentía una frustración latente. Tenerla tan cerca y no poder hacerla suya iba en contra de cada instinto posesivo dentro de él. Pero no discutiría. Isabela y el bebé eran su prioridad.
Ella, por su parte, no dijo nada en ese momento. Sin embargo, una idea traviesa se formó en su mente.
Un juego peligroso
Esa noche, Gabriel se acostó con Isabela entre sus brazos. Acarició su cabello, respiró su perfume y, por primera vez en mucho tiempo, se permitió dormir tranquilo.
Pero no contaba con que su mujer tenía otros planes.
Isabela esperó a que su respiración se hiciera más lenta. Con cuidado, se deslizó fuera de sus brazos y se acomodó entre sus piernas.
Su aliento c