Lorenzo
Daniela me llevó a la habitación donde se hospedaba, entramos y me sentí sumamente avergonzado por haber aceptado venir. No soy de esos tipos que hacen estas cosas, que solo usan a las mujeres y luego las desechan. También vine para darle celos a Rebeca, pero Daniela era una chica hermosa, me encantó. Pero no sé si podremos tener algo, porque parece que a ella le gusta esta vida y yo no estoy para nada de acuerdo con eso.
- Un momento Lorenzo, me voy a cambiar... - dijo Daniela.
- VALE. Esperaré... - dije sentándome en un sillón.
Unos minutos más tarde volvió vestida con una bata de seda.
- Vamos Lorenzo..." dijo, sentándose en la cama.
- Daniela, mira... - dije levantándome y acercándome a ella, sentándome a su lado... - Yo... Cómo decirlo... No quiero acostarme contigo y luego irme de aquí como si nada y no volver a verte en mi vida... - dije.
- ¿Lo juras?" preguntó sorprendida
- "Sí... puedes decir que soy un gilipollas, o un capullo, o lo que sea, pero ya está... -dije-. E