Domingo por la mañana
Malú
Cuando me desperté, me sorprendió el silencio que había en la casa, ya que tres niños no se llevaban muy bien con la calma y eso no era buena señal. Puse la mano sobre la cama y estaba vacía. Miré al otro lado de la cama y Vincenzo no estaba. - Pensé, saltando preocupada
Así que me levanté rápidamente, fui al baño a asearme, me recogí el pelo en un moño suelto y bajé las escaleras hasta el salón. Miré en todos los rincones y los niños tampoco estaban... Fui a la cocina y Vincenzo estaba tomando café solo.
- ¿Dónde están los niños? - le pregunté.
- Buenos días a ti también, muñeca. En cuanto a tu pregunta, llevé a los niños con mi madre. ¿Recuerdas que hoy es nuestro día? - Dijo sorbiendo su café
- ¡Buenos días, amor! Me preocupaba despertarme y no verte en casa. Había olvidado que hoy salíamos. ¿Pero ni siquiera me dejaste despedirme de ellos, amor? Oh querido... - Dije un poco triste, besando su mejilla
- Se despidieron de ti muñeca, pero no es mi culpa que