TOMO 2. CAPÍTULO 22. Una verdad sin pensar
TOMO 2. CAPÍTULO 22. Una verdad sin pensar
—No voy a firmar esto… es una… es… ¡Maldición…!
Esas eran las últimas palabras que habían salido de la boca de Elijah antes de que aquellas náuseas se apoderaran de él, y su último segundo de conciencia antes de que todo se volviera una extraña nebulosa, se unió al primer segundo de claridad que tuvo cuando abrió los ojos y vio el techo de aquella habitación.
Lo había drogado.
Lo primero que pasó por su mente era esa certeza de que lo habían drogado, y ni siquiera necesito tocarse o volver la cabeza para adivinar es escenario en el que estaría. Se sentó en la cama con un gruñido de impotencia y sus ojos se cristalizaron cuando comprobó que estaba desnudo.
Su ropa estaba tirada en el suelo de la habitación a pocos pasos y a su lado en la cama, también completamente desnuda, estaba Josselyn.
Sus manos fueron a su cabeza antes de ponerse el bóxer a toda velocidad y una risa suave detrás de él lo hizo girarse.
—¡Buenos días, amor! —le sonrió Joss