PEQUEÑA REBELDE. CAPÍTULO 25. Tradiciones familiares
PEQUEÑA REBELDE. CAPÍTULO 25. Tradiciones familiares
Parecía una princesa de cuentos de hadas, y absolutamente todos los ojos en aquella desvencijada catedral se volvieron hacia ella para mirarla. El vestido era de un color beige tan claro que casi parecía dorado, vaporoso, infantil, tierno, hasta la hacía parecer que no mataba ni una mosca. Y aun así Ranger sabía que había algo extraño hirviendo dentro de ella.
Reconoció a cada uno de los hermanos Salvatore, estaban furiosos y no se molestaban en disimular que ella era una presencia que les habían impuesto. Desde los mayores hasta los más pequeños miraban con desprecio a Lionetta, que se sentó con toda la actitud en un extremo de la mesa familiar.
Pero solo uno de ellos dio un par de pasos para acercarse y Ranger inmediatamente lo reconoció como uno de los gemelos mayores, Amadeo.
Gabriella se detuvo frente a él mientras el tipo la miraba de arriba a abajo con sorna, como si no pudiera creer que estuviera allí, hasta que aquellas pal