PDV: Viena
Su respuesta me enojo de tal manera que salí de allí luego de ese cruce de palabras que habíamos sostenido. No entendía cómo podía ser de esa forma, me daba la impresión de que él y Sam eran muy similares. Para los dos tal parecía que no era suficiente, llenándome de coraje que siempre tuviese la misma suerte en las relaciones. De esa manera en la que estaba bajaba por el ascensor para dirigirme a mi habitación.
Dirigiéndome hacia el mencionado lugar me topaba con Roberta, la cual había llegado a la casa para empezar con sus labores.
—Viena, buenos días, tal parece que vienes de la habitación de Evan ¿cierto?
—Sí, desafortunadamente.
—Me agrada que al menos me hubiese escuchado.
—¿De qué hablas?
—Le aconseje que para cuidar tu salud durmieras en su habitación.
—Entiendo, pero el hecho de que durmiera allí no se debió a eso.
—Entonces ¿A qué se debió...?
—Roberta, no seas curiosa y ve por mi desayuno —pronuncio Evan de repente, el cual bajaba por las escaleras muy bi