Capítulo 120: Seduciendo al esposo.
Alfa Zefor se levantó con lentitud. Sus músculos tensos parecían dudar por un instante, como si el pensamiento tratara de frenar el instinto. Pero ya era tarde. Su lobo rugía dentro, impaciente…
El deseo lo encendía como fuego extendiéndose por todo su cuerpo con la simple invitación de su hembra.
Empujó la puerta con cuidado y caminó por el pasillo. Cuando abrió la puerta de la habitación de Adalet, la vio.
Su Luna estaba acostada en el centro de la cama, con la toalla de baño, apenas cubriéndola. Su piel todavía húmeda relucía bajo la luz cálida de las farolas de la pared. Su cabello rubio caía desordenado sobre la almohada.
Ese macho se quedó inmóvil bajo el marco de la puerta, su corazón latiendo aceleradamente.
Ella lo miró, fija, sin parpadear. Y entonces, soltó una sonrisita coqueta. Había una chispa de algo más profundo en sus ojos. No solo deseo… ¡Él sabía que su hembra era una inteligente, meticulosa, una que probablemente planeaba algo!
Zefor dio un paso hacia el