23. La verdad
—Adelante, siéntate hija.
—No soy tu hija. Simplemente muestra tu verdadera cara.
—No voy a permitirte que me hables así Veronica.
—Tú no tienes que permitirlo, yo simplemente lo hago.
—Tienes mi mismo carácter, pero bueno dudo que estés aquí para enfrentarme. Quieres tener respuestas y soy la única que te las puede dar.
Ella se sienta a mi lado en la cama de mis padres y comienza a acariciar mi cabello como lo hacía mi madre.
—Primero que todo necesito que te unas a mí, hija. Porque si no tendré que matarte. —susurra en un tono de ¿dolor?
—Si fueras mi madre jamás me harías daño.
—Soy tú madre princesa, solo que estoy bajo una maldición y si no te unes a mi para reinar en el mundo sobrenatural tendré que matarte.
—Bien, supongamos que eres mi madre. ¿Cómo no recuerdo tener una hermana?
—Hija, cuando nos atacaron y tu padre murió, supe que te habían borrado la memoria para liberarte del dolor, pero tu hermana aún estaba en tu memoria y solamente con ella en tu memoria podrías recordar