Aysel no pudo evitar mirarla con compasión, en su interior no existía el rencor hacia ella por todo lo que había hecho y todo lo que le había hecho sufrir, comprendía que lo había hecho por amor.

—¿Tu ya lo sabias? —cuestionó Dilay al ver a donde miraba Tara, noto que Aysel no había hecho ningún comentario, ni reclamó, había permanecido en silenció escuchando todo.

—Hoy por la mañana Dina me dijo todo, pero escucharlo de nuevo si me parte el corazón —respondió Aysel —no justifico lo que hizo, pero de una manera la comprendo.

—Ahora entiendo porque te enfureciste esa noche cuando nuestra madre la Diosa detuvo a Lyon y le dio a Aysel como su luna —dijo Asael recordando esa noche, cuando Uzziel había ido por Aysel para llevarla a su casa, Tara se había vuelto loca aventando todo lo que se encontraba a su paso —te volviste una loca aventando todo, nunca entendí porque no te dio gusto, al final tu hija sería la luna, pero ahora…

—Ese día Dilay termino echando por a la basura todo lo que