Las clases de biología tenían una cosa buena y una cosa mala.
Lo negativo, era que Freyha debía cursar sola, ninguno de sus dos amigos se había anotado en ese horario, lo cual dejaba a la loba sin nadie con quien hablar durante las dos horas que duraba la clase.
Lo bueno, era el profesor, y no porque este fuera necesariamente bueno, en realidad él estaba muy bueno.
Inteligente, carismático, de buen porte, con preciosos ojos azules y cabello castaño cobrizo a juego. Las chicas del instituto estaban de acuerdo en que debía ser modelo y no docente, pero por algún milagro divino él era profesor. Su profesor.
Pero para desgracia de todas las alumnas, su docente era increíb