Viaje al pasado:
La hermosa mujer salió a rastras y con mucha dificultad del vehículo, sus fuerzas comenzando a escasear, mientras intentaba sostener como podía a la pequeña bebé que mantenía aferrada contra su pecho, en un intento desesperado por resguardarla del frío atroz del invierno.
El hombre dentro del auto estaba muerto, mientras daba a luz ella no se atrevió a mirar en su dirección, sin embargo el aroma a sangre era sofocante, a parte de que solo podía escuchar un corazón latir, el suyo propio.
O al menos fue así hasta que la hermosa bebé nació, y fueron dos los corazones palpitantes.
Su plan inicial hab&iacut