Clara Castellana es una hermosa joven rubia, ojos verdes de 21 años estudiante de administración en hotelería y turismo. Locamente enamorada de Liam Galeano quien ha sido su novio por 2 años. Justo cuando ella creía que su vida era de lo más perfecta, descubre un sucio secreto y es que Liam junto con su hermano gemelo Idéntico Ian tienen una apuesta. Las palabras que Clara escucha le parten el corazón en mil pedazos. Los gemelos intercambiaban de lugar en varias ocasiones para compartir a las mujeres que el otro conquistaba y Clara había sido una más, ambos hermanos habían estado con ella y esa verdad la terminó de destruir en todos los sentidos. Ella se sintió traicionada, humillada, y fue por eso que llena de dolor les pide a sus padres mandarla a estudiar lo más lejos posible. Sus padres acceden, pero había una persona que no pensaba alejarse de ella jamás y es que a pesar de no tener el físico soñado como sus primos y sus hermanos. Era un prodigio de la ciencia y para él no era el físico lo importante si no lo qué hay en tu corazón y en tu mente, así fue como Ángel Galeano, el mejor amigo de Clara, decide emprender esta travesía con ella a escondidas de su familia. Para Clara de esa amistad nació un amor mucho mas puro y genuino que el que experimento antes. 3 años lejos de toda la familia fueron suficientes para que Clara pudiera enfrentar a quienes jugaron vilmente con ella. Decide volver para el cumpleaños número 50 de su madre y llevar la pequeña sorpresa para su familia. Nadie esperaba conocer una pequeña y diminuta versión de Clara, y mucho menos ver el parecido que tenía con los hermanos y ...
Leer másNARRA CLARA
—Bueno mi hermano, los dos años ya se cumplieron. Oficialmente la apuesta está cumplida. — escucho que dice Liam, me inclino para ver con quién está hablando.
—La verdad que nunca creí que lo hicieras. Creí que la querías. — dice Ian. Mi corazón comienza a bombear fuertemente en mi pecho y mis ojos a llenarse de lágrimas ¿De quién estarán hablando?
—Pues no, al menos de mi parte no. Me parece que tu quedaste algo cautivado con ella. No puedo negar que en la cama es buena, pero he estado con mejores. Agradece que te la compartí ya algo practicada. — concluye. Cubrí mi boca con ambas manos para no dejar que escucharan mi sollozo.
—Liam, esto no terminará bien. Debiste elegir a una desconocida y no a Clara. ¿Estás consciente de lo que pasará cuando nuestros padres se enteren? — le cuestiona Ian. Yo estoy perdiendo la fuerza de mi cuerpo, por esa razón me recuesto en la pared para terminar de escucharlos.
—Naaah, no me vengas con esas cosas Ian. Que bien que disfrutaste de ella también. Así que eso no te hace mejor que yo, hermano. De igual manera, en unos meses me iré a Londres, terminaré con ella y ahí quedará todo. Si tú no abres la boca, yo tampoco lo haré y jamás nadie sabrá nada al respecto. — dice y no puedo ni quiero seguir escuchándolos. Salí casi corriendo de la iglesia. Las primeras personas que mire fueron mi madre y mi padre hablando con mi tío Ezequiel. Corrí hasta ellos y abracé a mi madre.
—¿Que pasa hija? — me pregunta mientras abre sus brazos para recibirme. Yo me pego a su pecho y lloré amargamente.
—¿Que pasa Clara? Nos estás asustando. — pregunta mi padre. No puedo hablar y las únicas palabras que logro decir entre sollozos fueron.
—Solo era una apuesta mamá, sólo he sido una apuesta. — mi padre pone su mano sobre mi cabeza y acaricia mi cabello para ayudarme a calmarme.
—Cálmate princesa, vamos a casa y nos cuentas bien que es lo que sucede. Porque si es lo que estoy pensando, te juro que no me importará mancharme las manos de sangre. — dice ayudándonos a levantarnos del suelo. Porque habíamos caído de rodillas sobre este. Con la ayuda de mi mamá caminé hasta el auto, en el camino sentí varias personas viéndome, pero yo lo ignoré. No deseaba ver, ni hablar con nadie en este momento. Cuando entré al auto y vi por la ventana mi mirada se cruzó con las de Ian y Liam. No mire ninguna expresión en ninguno. Liam me ha destrozado en miles de pedazos ha jugado conmigo en todos los aspectos. Me siento sucia, humillada, traicionada ¿Como pudieron jugar conmigo de esta manera? ¿Tuve sexo con los dos? ¿Como pude ser tan estúpida? ¿Como pude ser tan ciega? ¿Porque me hicieron esto? No entiendo, todo el camino a casa trate de calmarme, no quería preocupar de más a mis padres, pero no podía controlarlo. Estaba herida y la herida no sólo era emocional si no también física. Habían utilizado mi cuerpo a sus anchas. ¿Desde hace cuánto lo hacían? Tenía tantas preguntas y la verdad que no quería saber las respuestas después de lo que escuché. Al llegar a la casa mi papá nos abrió la puerta a ambas. Yo tengo mucho que agradecerle a este hombre, a mi padre Fernando. Él no es mi padre de sangre, pero sí el hombre que me ha enseñado muchas cosas en especial en que el amor todo lo puede. El me ama y cuida desde que estaba en el vientre de mi madre y jamás me ha visto o hecho sentir de menos, aun cuando ellos tienen a sus propios hijos. Se que esa frase de que correrá sangre también es cierta y yo estoy en el dilema si contarles todo lo que está pasando. No quiero que esto pase a peor y traiga más problemas entre la familia. El no estuvo de acuerdo en que tuviera una relación con Liam, e igual ante mi insistencia, la permitió. ¿Como le digo que se ha burlado de mí? No solo eso. Que él junto a su hermano han tocado mi cuerpo. Siento repulsión de solo pensarlo. Que se han reído de mí y comparado con otras mujeres. “No puedo, no puedo decirle eso, los matará.” Me digo a mí misma.
—Hemos llegado mi niña. Habla por favor, que me estoy auto controlando muy bien para no irle a partir la cara a Liam. — comenta caminando de un lado para otro como si supiera algo de la situación.
—He escuchado que era una apuesta el que Liam tuviera una relación conmigo por dos años papá. — le digo porque es lo único que podría saber sobre la apuesta. El resto sería un secreto, no quiero crear problemas entre mi papá y sus primos. Liam es hijo del primo de Fernando. Ellos han crecido como hermanos y entre todos ellos tienen una relación muy bonita, la cual no deseo arruinar al contar esto tan terrible.
—Hijo de ... sabía que no era de fiar. Pueden ser los hijos de mi primo y los quiero como tales, pero soy hombre cariño, también tuve esa edad y sé lo que es disfrutar de dinero a manos llenas, salir por las noches. Gerardo les ha regalado esos autos y se creen Dioses o invencibles. Como me gustaría evitarte esta decepción mi niña. Tú no te mereces esto, arreglare esto en este instante. — dice tomando sus llaves.
—Fernando, no vas a ir a ningún lado. No ves que es lo que Clarita quiere evitar. — le dice mi mamá tomándole los brazos.
—Papá, déjalo así te lo pido. Duele, duele sentirme engañada y usada por él en estos dos años. Más tú me lo advertiste muchas veces y no quería creerte. Pensé que era amor de verdad y parece que no fue así. — No termino de hablar porque él me abraza y me da un beso en la cabeza.
—Me siento mal mi niña. No debí acceder ante tu insistencia, debí mantenerme firme para poder evitarte este dolor. — menciona con tristeza y yo negué.
—Has hecho un excelente trabajo en todo papá, pero esto es algo que debo aprender y superar yo sola. Tengo casi 21 años y no puedes tenerme toda la vida bajo tus alas. — confieso, él asiente y me abraza. Lloramos juntos en ese abrazo.
—Quiero pedirles algo, sé que es precipitado e inmaduro de mi parte, pero yo necesito alejarme de todo y de todos para sanar lo que siento aquí. ¿Podría irme a estudiar en el extranjero? — preguntó, limpiando las lágrimas silenciosas que no han dejado de salir de mis ojos. Se que es una petición derivada por el dolor, la decepción que siento y a su vez infantil por no querer enfrentarme a lo que sucede. Ellos se ven entre sí. Mi madre asiente y mi papá deja salir un sonoro suspiro.
—Solo queremos que estés bien hija, si irte a estudiar en otro lado, te hace sentir mejor, yo no estoy en contra de ello. Aunque me duela en el corazón verte partir igual que tus hermanos. Ustedes ya son adultos y eventualmente este momento tendría que llegar. — me dice mi padre emocionado. Yo lo abrazo y también a mi madre. Agradezco enormemente haber crecido rodeada de amor. Aunque tal vez eso pudo haber jugado en mi contra. Creí que Liam era mi verdadero amor y la verdad que no se merece, pero ni mi odio porque eso es un sentimiento que tampoco se merece. Ian es igual o peor que su hermano. No los quería cerca de mí nunca más.
Después de discutir sobre las opciones a las que podría enviar una solicitud a lo que afortunadamente estaba a tiempo, pues no habían empezado las clases para mi carrera. Me fui a mi habitación. Saqué mi teléfono, pues no lo había revisado en todo este tiempo. Tenía varios mensajes y llamadas de Alana y de su hermano mi mejor amigo Ángel. Decido devolverle la llamada y si al segundo timbre ya había contestado.
—¡Por fin contestas! Nos has tenido con esta incertidumbre. Ángel no ha dejado de preguntarme si me he podido comunicar contigo. ¿Qué sucedió? ¿Porque saliste llorando de la iglesia? — comienza a interrogar. Decido no contarle la verdad y le dije que me emociono mucho lo del bisabuelo. Ya que por eso estábamos en la iglesia el abuelo de mi papá cumplía 10 años de haber fallecido y se le estaba celebrando una reunión solo para la familia y amigos. Volviendo a mi llamada con Alana, sé que no me creyó, pero no importaba.
—¿Quieres salir? Me han invitado a una nueva discoteca que ha abierto muy cerca de mi casa. Mis padres no están en casa. Se fueron a visitar a David a Tokio. Te puedes quedar conmigo o en la habitación de huéspedes. Sabes que eres la única con la que puedes salir. Mis hermanas ya están en otra sintonía, aparte que son muy aburridas. — dice y luego se escucha un golpe.
—¡Oye! Si no he dicho ninguna mentira ustedes prefieren estar sumergidas en sus libros que salir a disfrutar lo que el mundo tiene por ofrecer. — dice claramente una de sus hermanas está con ella.
—Se vive más a través de los libros que en el mundo exterior. Te falta mucho todavía, señorita, pero si es con Clara que hablas, dile que venga. Así nos dejan poder leer tranquilas a Sol y a mí porque ustedes parecen un par de pequeños cotorros en nuestros oídos. — dice Liz su hermana.
—Que conste que las invite y ustedes no quisieron. Tal vez, hoy conozco a mi príncipe azul. — dice Alana suspirando y todas nos reímos. Ella es la consentida y es la más pequeña de la familia.
—Me encanta que siempre que hablo contigo mi ánimo se mejora y hoy estoy de lo más triste. — digo sin pensar.
—¡Ja! Lo sabía, paso por tu casa en tres horas y no acepto un no por respuesta. — sin darme opción a replicar, ella solo desconecta la llamada. Me senté a la orilla de la cama mientras me miraba en el espejo vi mis ojos hinchados como si fueran de un sapo, mi cara estaba roja de tanto llorar y mi moño ahora era más un nido de pájaros sobre mi cabeza. Me levanté, me acerqué al espejo y me quité los ganchos que lo sujetaban.
—Yo no soy, ni seré juguete de nadie nunca más. — me dije limpiando nuevamente lagrimas que amenazaban con rodar por mis mejillas. Me di un baño y me coloque mi maquillaje, un vestido ceñido al cuerpo de una manga y me deje mi cabello suelto. Me coloque mis tacones rojos que hacían juego con el vestido del mismo color y empaque un poco de ropa para quedarme con Alana. Bajo con mi bolso y me gano la mirada sorprendida de mis padres.
NARRA CLARAEra muy doloroso para mi ver a Ángel llorando frente a esa tumba cada vez que veníamos al cementerio. La verdad que para todos han sido unos años muy duros. La muerte tocó varias puertas en los últimos 6 años. Dejando inmensos vacíos en nuestros corazones.—Adiós viejito. — dice al despedirse. Para luego tomar la mano de Ari y luego la mía. Sí, el abuelo Guillermo murió hace unos meses de un infarto. Mi abuelito Miguel murió hace 2 años a causa de la enfermedad que lo fue consumiendo rápidamente, sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo. Llegamos a nuestra casa donde nos esperaba la fiesta de cumpleaños de mi pequeña Ariana, hoy cumplía sus 10 años.—¡Tío Alan! — Grita Ari corriendo hasta su tío Alan al verlo con unos globos y un enorme regalo en su mano.—Princesa. — expresa al abrazarla y entregarle sus obsequios.—¿A mí no me quieres cariño? — le pregunta Aitor viniendo detrás de Alan mostrándole su obsequio, ella niega.—Los quiero a los dos, tío Aitor. — lo abraza,
NARRA ANGEL —¡Cálmate! Harás un agujero en el suelo. — me dice mi madre sentada desde la cama. No sabía por qué de un momento a otro sentía una angustia que no me dejaba estar tranquilo. —¿Cómo me puedes pedir eso ahorita mamá? Lleva más de 30 minutos de retraso. — Estaba de lo más frustrado, porque estaba esperando a Clara para que empezara la boda y aún todavía no había llegado. Han pasado 6 meses desde que nuestros chicos nacieron y aunque ha sido un enorme reto. Hemos disfrutado de cada momento, estaba poniéndome muy ansioso porque Clara ya tendría que haber llegado y aún nada. —¡Ya están aquí! — Grita mi hermana Sol entrando a la habitación. Estaba por salir cuando mi mamá puso su mano en mi pecho. —No, el novio no puede ver a la novia antes de la boda, obedece Ángel. — Mi madre era mi guardiana. Por órdenes de mi abuela, pidió que se hicieran las cosas conformes las tradiciones. Recalcando lo que había pasado la última vez que nos permitieron hacer la boda a nuestro modo. Mi
NARRA CLARA —Esto está demasiado delicioso. — le digo a Sandy quien me ha hecho compañía estos últimos 4 meses. Me hubiera encantado haber podido volver a casa, pero mi mamá y mi suegra no me lo recomendaron. En mi casa estaría sola con Ariana y luego cuando nacieran los bebés necesitaría de toda la ayuda posible. No pude negar que si ya cuidar de Ari, una casa y de Ángel era tarea difícil, cuidar de tres pequeños sería una tarea aún mucho más complicada. Ahora tenía una enorme barriga de ocho meses y estaba como al principio en cama a recomendación de la doctora, porque hace unos días tuve un ligero sangrado debido a una infección. Mi mamá dice que se ve muy grande y por eso me regaña de comer comida chatarra.—¿Estás bien? — le pregunté cuando miré que no hubo reacción de su parte ante mi comentario y en lugar de eso se quedó viendo su teléfono con una expresión un poco triste.—Eh, si estoy bien. Solo que David ya tiene dos días sin llamarme. Me dijo que no iba a estar en misión y
NARRA ÁNGELLa situación de mi tía parecía muy seria, jamás la había visto tener una crisis de este tipo, tal vez que le faltara el aire o algún dolor en su pecho. Me debatí entre sí venir con Clara, ella aún necesita descansar, pero luego ella estaría más ansiosa en casa. Regreso de traer algo de beber y miré a Alan hablando con Clara, niego porque con lo sentimental que anda mi diosa y la cara de felicidad de mi hermano puedo adivinar que le está diciendo que Alana es la que anda con el terapeuta y no Susy. Alan me mira primero y aclara su garganta. Le entregué su jugo a mi diosa y sus miradas tenían que parar porque me volvería loco.—¿Le contaste, no es así? — pregunté a Clara sentándome en la silla a su lado. Ella asintió levemente al mismo tiempo que encogió sus hombros.—Tranquila no es que fuera un secreto, pero sí algo que él tenía que haber descubierto solo. Ahora que ya sabes la verdad ¿Qué harás? — le pregunté con mis brazos cruzados y la ceja alzada.—Necesito analizar to
NARRA CLARASerle indiferente a Ángel en estas tres semanas ha sido un martirio. Claro, si hubiera sido solo su culpa lo haría sufrir mucho más tiempo, pero no puedo, me siento culpable de todo este enredo. Sin mencionar que Ariana estaba muy acostumbrada a dormirse con él después de leerle un cuento o acariciar su cabeza. Mi pequeña ha llegado a llorar por no contar con su presencia y no puedo seguirla haciendo sufrir por no dar mi brazo a torcer. No lo hago por ella, lo hago en un 80 % por mí. Es por eso por lo que después de una última penitencia, lo perdoné. Es curioso cuando escuchas esos comentarios que dicen que perdonar es también olvidar porque si no, no es perdón. En mi caso tomo lo que me pasó con Ángel de la siguiente manera. El perdón se lo ganó y el olvidar será difícil, porque hay sucesos en tu vida que te marcan para siempre y sean momentos felices o momentos tristes serán parte de ti para toda la vida. Este momento solo será uno de esos momentos que marcó un antes y u
NARRA JIMENA —Cariño estoy preocupada, dolida, decepcionada. La verdad que tengo muchos sentimientos encontrados. No sé en qué momento mis nietos se convirtieron en este desastre. Me hace sentir peor que traté de estar siempre para todos ellos y esto me hace sentir muy triste. Lo de Ángel y Alan no me extraña, son inmaduros aún. Uno por desconfiado e inseguro y el otro por clasista y superficial. Más ni se imagina que esa verdad está a punto de explotarle en la cara y me da mucho pesar por él. Porque Susy ya lo ha sacado de su corazón y de su vida. Una mujer como ella, que ha tenido que sufrir de todo por el amor de nuestro nieto. No me extrañaría que rehaga su vida ahora que se ha ido con su abuelo a Londres. Hace unos días estuve presente en una de sus videollamadas y me partió el corazón verlo llorar después de cortar la llamada que le estaba haciendo para ver a Khoa. El idiota la ama y no sé qué pasará entre ellos, solo sé que es muy difícil para el vivir lejos de su hijo y Susy.
Último capítulo