Clara Castellana es una hermosa joven rubia, ojos verdes de 21 años estudiante de administración en hotelería y turismo. Locamente enamorada de Liam Galeano quien ha sido su novio por 2 años. Justo cuando ella creía que su vida era de lo más perfecta, descubre un sucio secreto y es que Liam junto con su hermano gemelo Idéntico Ian tienen una apuesta. Las palabras que Clara escucha le parten el corazón en mil pedazos. Los gemelos intercambiaban de lugar en varias ocasiones para compartir a las mujeres que el otro conquistaba y Clara había sido una más, ambos hermanos habían estado con ella y esa verdad la terminó de destruir en todos los sentidos. Ella se sintió traicionada, humillada, y fue por eso que llena de dolor les pide a sus padres mandarla a estudiar lo más lejos posible. Sus padres acceden, pero había una persona que no pensaba alejarse de ella jamás y es que a pesar de no tener el físico soñado como sus primos y sus hermanos. Era un prodigio de la ciencia y para él no era el físico lo importante si no lo qué hay en tu corazón y en tu mente, así fue como Ángel Galeano, el mejor amigo de Clara, decide emprender esta travesía con ella a escondidas de su familia. Para Clara de esa amistad nació un amor mucho mas puro y genuino que el que experimento antes. 3 años lejos de toda la familia fueron suficientes para que Clara pudiera enfrentar a quienes jugaron vilmente con ella. Decide volver para el cumpleaños número 50 de su madre y llevar la pequeña sorpresa para su familia. Nadie esperaba conocer una pequeña y diminuta versión de Clara, y mucho menos ver el parecido que tenía con los hermanos y ...
Leer más— Boa noite e boas festas — digo, com um sorriso acolhedor, enquanto aceno para mais um cliente satisfeito que deixa o restaurante após um jantar.
Não tenho do que reclamar do meu trabalho. Ser recepcionista em uma das maiores redes de restaurantes do país foi uma das melhores oportunidades que eu poderia encontrar, especialmente considerando minha falta de formação específica. O cheiro de comida boa permeia o ar, e o suave som de jazz ao fundo sempre cria uma atmosfera relaxante.Estou no final do meu expediente e restam poucos clientes no restaurante. Aproveito esse momento de calmaria para organizar meus pertences e me preparar para encerrar o trabalho. É quando um pequeno grupo de pessoas se aproxima, e dentre eles, um homem com um sorriso tranquilo chama minha atenção. Ele se destaca, não só pela estatura, mas pelo jeito descomplicado de ser.— Aguardem lá fora — ele diz calmamente, seus olhos azuis fixos nos meus, como se tentasse decifrar um enigma.— Boa noite — disse ele com uma voz vibrante que me faz parar por um momento.Respiro fundo, ergo meu rosto, ajusto minha postura e tento esboçar um sorriso, embora seu olhar intenso torne isso um desafio maior do que deveria.— Boa noite, senhor, espero que tenha apreciado o jantar — minha voz sai mais trêmula do que pretendia, revelando a leve agitação que suas palavras provocam.— Com certeza apreciei, não apenas o jantar, mas todo o resto, senhorita Campos — ele diz, lançando um olhar curioso para meu crachá antes de acrescentar com um sorriso malicioso: — Espero que seja senhorita.Seu comentário me faz corar, desvio rapidamente o olhar, sentindo minhas bochechas queimarem.Respiro fundo novamente e passo para a transação.— Aqui está o valor — digo, tentando retomar alguma formalidade.Ele acena com a cabeça, realiza o pagamento e, enquanto recolho o comprovante, não consigo evitar que um sorriso se forme ao ver sua gentileza.— Obrigada pela preferência, tenha uma excelente noite e boas festas — digo, mais relaxada agora que o encontro está quase no fim.— Boas festas, senhorita Campos. Espero poder te reencontrar em breve — ele responde com um sorriso que parece iluminar a recepção.Assim que ele passa pela porta, deixando o restaurante, suspiro aliviada e agradeço mentalmente ao banco atrás de mim, que impediu que minha surpresa fosse seguida por uma queda não tão graciosa.— Emily, você está bem? — Karen se aproxima, notando meu estado levemente abalado.
— Sim, está tudo bem — afirmo, tentando esconder o quanto ainda estava afetada pelo encontro.
— Ficou assim por causa daquele cara bonitão? Eu vi como ele te olhou. Você o conhece? — Karen pergunta, com um brilho malicioso nos olhos.— Nunca o vi por aqui — respondo, minha curiosidade sobre aquele estranho ainda palpitante.— Também não, pode ter vindo para as festas — ela especula, arrumando a bolsa sobre o ombro.— Pode ser — concordo, enquanto um sorriso cansado se forma em meus lábios.— Agora vamos embora, pois não vejo a hora de estar deitadinha na minha cama. Amanhã passaremos o dia nos produzindo. Você já comprou sua roupa? Por favor, me diga que não deixou para o último momento, Emily — ela me encara, uma sobrancelha arqueada em desafio.— Respira, Karen. Eu já comprei minha roupa — asseguro, ela solta um longo suspiro de alívio.— Quase morri agora, então vamos. Precisamos descansar, porque amanhã à noite promete — ela segura firme em meu braço, puxando-me em direção à saída com uma risada que ecoa pelo corredor vazio.Aproveito para pegar minha bolsa rapidamente, antes que ela me arraste completamente. Ao sairmos do restaurante, seguimos juntas diretamente para casa. Como Karen e eu moramos próximas, ela faz a gentileza de me dar carona. Ao chegarmos, sigo diretamente para o quarto da minha mãe. Mesmo adormecida, beijo sua testa suavemente, como sempre faço, depois caminho silenciosamente para o meu quarto.Após um banho quente que deveria ser relaxante, me deito, esperando que o sono venha fácil. No entanto, os olhos daquele homem invadem meus pensamentos, insistentes e perturbadores. Ele não foi o primeiro cliente a fazer insinuações, mas definitivamente foi o primeiro que abalou minhas certezas com apenas um olhar.Aqueles olhos... eles me encararam com uma intensidade tão grande que, por mais que eu tente, sei que será difícil esquecê-los.NARRA CLARAEra muy doloroso para mi ver a Ángel llorando frente a esa tumba cada vez que veníamos al cementerio. La verdad que para todos han sido unos años muy duros. La muerte tocó varias puertas en los últimos 6 años. Dejando inmensos vacíos en nuestros corazones.—Adiós viejito. — dice al despedirse. Para luego tomar la mano de Ari y luego la mía. Sí, el abuelo Guillermo murió hace unos meses de un infarto. Mi abuelito Miguel murió hace 2 años a causa de la enfermedad que lo fue consumiendo rápidamente, sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo. Llegamos a nuestra casa donde nos esperaba la fiesta de cumpleaños de mi pequeña Ariana, hoy cumplía sus 10 años.—¡Tío Alan! — Grita Ari corriendo hasta su tío Alan al verlo con unos globos y un enorme regalo en su mano.—Princesa. — expresa al abrazarla y entregarle sus obsequios.—¿A mí no me quieres cariño? — le pregunta Aitor viniendo detrás de Alan mostrándole su obsequio, ella niega.—Los quiero a los dos, tío Aitor. — lo abraza,
NARRA ANGEL —¡Cálmate! Harás un agujero en el suelo. — me dice mi madre sentada desde la cama. No sabía por qué de un momento a otro sentía una angustia que no me dejaba estar tranquilo. —¿Cómo me puedes pedir eso ahorita mamá? Lleva más de 30 minutos de retraso. — Estaba de lo más frustrado, porque estaba esperando a Clara para que empezara la boda y aún todavía no había llegado. Han pasado 6 meses desde que nuestros chicos nacieron y aunque ha sido un enorme reto. Hemos disfrutado de cada momento, estaba poniéndome muy ansioso porque Clara ya tendría que haber llegado y aún nada. —¡Ya están aquí! — Grita mi hermana Sol entrando a la habitación. Estaba por salir cuando mi mamá puso su mano en mi pecho. —No, el novio no puede ver a la novia antes de la boda, obedece Ángel. — Mi madre era mi guardiana. Por órdenes de mi abuela, pidió que se hicieran las cosas conformes las tradiciones. Recalcando lo que había pasado la última vez que nos permitieron hacer la boda a nuestro modo. Mi
NARRA CLARA —Esto está demasiado delicioso. — le digo a Sandy quien me ha hecho compañía estos últimos 4 meses. Me hubiera encantado haber podido volver a casa, pero mi mamá y mi suegra no me lo recomendaron. En mi casa estaría sola con Ariana y luego cuando nacieran los bebés necesitaría de toda la ayuda posible. No pude negar que si ya cuidar de Ari, una casa y de Ángel era tarea difícil, cuidar de tres pequeños sería una tarea aún mucho más complicada. Ahora tenía una enorme barriga de ocho meses y estaba como al principio en cama a recomendación de la doctora, porque hace unos días tuve un ligero sangrado debido a una infección. Mi mamá dice que se ve muy grande y por eso me regaña de comer comida chatarra.—¿Estás bien? — le pregunté cuando miré que no hubo reacción de su parte ante mi comentario y en lugar de eso se quedó viendo su teléfono con una expresión un poco triste.—Eh, si estoy bien. Solo que David ya tiene dos días sin llamarme. Me dijo que no iba a estar en misión y
NARRA ÁNGELLa situación de mi tía parecía muy seria, jamás la había visto tener una crisis de este tipo, tal vez que le faltara el aire o algún dolor en su pecho. Me debatí entre sí venir con Clara, ella aún necesita descansar, pero luego ella estaría más ansiosa en casa. Regreso de traer algo de beber y miré a Alan hablando con Clara, niego porque con lo sentimental que anda mi diosa y la cara de felicidad de mi hermano puedo adivinar que le está diciendo que Alana es la que anda con el terapeuta y no Susy. Alan me mira primero y aclara su garganta. Le entregué su jugo a mi diosa y sus miradas tenían que parar porque me volvería loco.—¿Le contaste, no es así? — pregunté a Clara sentándome en la silla a su lado. Ella asintió levemente al mismo tiempo que encogió sus hombros.—Tranquila no es que fuera un secreto, pero sí algo que él tenía que haber descubierto solo. Ahora que ya sabes la verdad ¿Qué harás? — le pregunté con mis brazos cruzados y la ceja alzada.—Necesito analizar to
NARRA CLARASerle indiferente a Ángel en estas tres semanas ha sido un martirio. Claro, si hubiera sido solo su culpa lo haría sufrir mucho más tiempo, pero no puedo, me siento culpable de todo este enredo. Sin mencionar que Ariana estaba muy acostumbrada a dormirse con él después de leerle un cuento o acariciar su cabeza. Mi pequeña ha llegado a llorar por no contar con su presencia y no puedo seguirla haciendo sufrir por no dar mi brazo a torcer. No lo hago por ella, lo hago en un 80 % por mí. Es por eso por lo que después de una última penitencia, lo perdoné. Es curioso cuando escuchas esos comentarios que dicen que perdonar es también olvidar porque si no, no es perdón. En mi caso tomo lo que me pasó con Ángel de la siguiente manera. El perdón se lo ganó y el olvidar será difícil, porque hay sucesos en tu vida que te marcan para siempre y sean momentos felices o momentos tristes serán parte de ti para toda la vida. Este momento solo será uno de esos momentos que marcó un antes y u
NARRA JIMENA —Cariño estoy preocupada, dolida, decepcionada. La verdad que tengo muchos sentimientos encontrados. No sé en qué momento mis nietos se convirtieron en este desastre. Me hace sentir peor que traté de estar siempre para todos ellos y esto me hace sentir muy triste. Lo de Ángel y Alan no me extraña, son inmaduros aún. Uno por desconfiado e inseguro y el otro por clasista y superficial. Más ni se imagina que esa verdad está a punto de explotarle en la cara y me da mucho pesar por él. Porque Susy ya lo ha sacado de su corazón y de su vida. Una mujer como ella, que ha tenido que sufrir de todo por el amor de nuestro nieto. No me extrañaría que rehaga su vida ahora que se ha ido con su abuelo a Londres. Hace unos días estuve presente en una de sus videollamadas y me partió el corazón verlo llorar después de cortar la llamada que le estaba haciendo para ver a Khoa. El idiota la ama y no sé qué pasará entre ellos, solo sé que es muy difícil para el vivir lejos de su hijo y Susy.
Último capítulo