Tengo mucho sueño— murmuer en voz baja
—Mi florecita descansa— dijo Sam tierno
Hasta que me desperté por unos gritos y sentí unos brazos fuertes que me agarraron. En ese momento, Erik frenó fuerte y se preparó para salir, pero se colocaron 4 lobos color marrón y otros grises, eran grandes pero yo no tenía miedo.
- ¿Qué pasa? - pregunté, intentando mantener la calma.
- Liz, quédate tranquila, todo va a estar bien - dijo Erik.
Pero antes de que pudiera responder, escuché un grito que provenía del otro coche.
- ¡Anaís! - grité. Traté de moverme, pero mis compañeros no me dejaron ir.
- Erik, Liz tiene el control - dijo Sam.
- Celeste, no te preocupes - dijo Erik.
Pero yo solo quería cuidar a mi amiga. Ellos estaban solos y los lobos se colocaron en defensa, empezaron a mover el carro. Mis compañeros salieron y se transformaron, excepto Sam, que empezó a conducir. Pero nos rodearon el coche, otros lobos mientras otros 2 estaban rodeando el coche de Anaís y Alex.
Alex salió y se transform