Regresé a casa, furiosa por haber perdido mi motocicleta y dos de los mejores autos a manos de esos imbéciles del trébol negro.
Lo primero que hice fue llamar al jefe de seguridad para que localizara mediante gps mi moto y los autos.
—Lo siento señorita Nolan, pero al parecer sabían de su ubicación ya que no aparecen en el mapa, es obvio que los desactivaron.
—¡Desgraciados! Como quisiera tenerlos enfrente para estrangularlos.
—Lo mejor será hacerlo a la antigua —Habló Aidan—, estos autos son muy llamativos en el mercado, podemos colocar una trampa buscando los modelos de los autos y cuando se quiera cerrar el negocio ¡Zaz! Los atrapamos.