En la sala de estar, de pronto se escucharon unos gritos, Dallán estaba estático en uno de los sofás intentando zafarse del agarre de un par de manitos regordetas
— ¡Sueltame, sueltame Doménico! ¡Mellizo malvado esto duele mucho, ayúdenme aquí, quitenmelo!
Andye Alcántara, llegaba apurado para soltarle las manitas al gemelo, pero este se negaba y las apretaba más
— ¡Suelta a tu tío Dallán, bebé, se bueno!
— ¡Hayyy... me va a arrancar el cabello, Andye apresurate, carajo!
— ¡Es que no quiere ceder, te está jalando con más fuerza, si pudieras verle la cara de diabólico que tiene!
En ese momento Donovan apareció, el padre estaba muy apenado
— ¡Doménico, con un carajo suelta a tu tío, Sueltalo te digo! La voz de mando del padre hizo que el niño cediera, pero a la misma vez por el regaño comenzó a hacer pucheros y lloró como si el que estuviera siendo atacado fuera él
— ¡Buaaahhh... Buaaahhh!!! ¡¡Má... má!!
Todo el mundo volteaba a ver al niño para enterarse de que le p