Sabía que Xavier no estaba pasando buenos momentos, aprendí a conocerlo desde hace mucho y sé que quiere que nos vayamos de su casa y lo dejemos de nuevo solo para que sea feliz, y yo me acabo de dar por vencida. Tal vez no hice lo correcto al venirme a su casa sin avisar, pero era la única oportunidad que teníamos para estar solos sin que nadie pudiera intervenir, y tratar de arreglar lo que ya no se podía.

Entendí que lo que más desea es que firme el divorcio, los abogados me entregaron hoy el documento final y no voy a darle más largas de las que ye le he dado, firmaré este documento de una buena vez y me marchare en silencio, como debió ser desde el día uno donde decidí alejarme de él y todo lo que significaba.

Xavier Peralta no solo había traído desgracia a mi vida, también me había dado dos grandes razones para continuar luchando por mi vida cada vez que sentía desfallecer, ellos me levantaban del suelo. Estuve esperándolo todo el día, sin embargo, había elegido este día para de