Amber

El mármol pulido del vestíbulo hizo que mis piernas temblaran. Era exactamente como en el recuerdo: el piso blanco reflejando la luz de las arañas de cristal, las columnas doradas con el emblema de MGroup...

La mano de Leonardo en mi espalda me estabilizó. Era frustrante cómo su toque me calmaba, incluso siendo él la fuente de mi inquietud. Me miró con una ceja alzada, pero me giré, ignorando sus preguntas.

"¡Señorita Bayer!" sonrió un empleado. "¡Bienvenida de vuelta!"

"¡Qué bueno tenerla con nosotros de nuevo, señorita!"

"¡Sentimos su falta!"

Los saludos venían de todos lados, como si yo fuera algún tipo de celebridad. Miré a Leonardo, que caminaba altivo a mi lado, claramente en su territorio. Aquí era rey, y aparentemente, yo ya había formado parte de esta corte.

Las puertas del ascensor se abrieron y una mujer morena surgió, dejando caer todas las carpetas que llevaba al verme.

"¡AH SEÑORITA AMBER, NO CREO QUE VOLVIÓ!" prácticamente saltó sobre mí, abrazándome fuerte. Retri