Capítulo 3.

Narra Emily Jeane.

Me tiro a la cama y cierro mis ojos, es verdad que estaba pensando en él, es que sentir esa sensación fue extraña muy extraña.

 —Porque pienso en él debo estar haciendo mi tarea, si eso es lo que debo hacer—. Me levanto tomó mis cuadernillos y libros y me pongo a estudiar...

Horas después entra Esther cómo si mi habitación también le perteneciera.

—Em Gabriel es guapo verdad, te pareció guapo—. Aquí vamos.

—Si Esther es guapo ahora podrías no hablarme de hombres tengo que estudiar para mañana—.

—Porque no seduces al profesor y ya está tienes tus buenas calificaciones—. La miro perpleja.

—No estás hablando en serio Esther, no voy hacer eso y más te vale que tu no lo hagas—.

—No claro que no, pero una mirada coqueta te da puntos extras sin llegar al extremo claro, hasta haya no llegó—. Me mira. —Y dime qué hay del chico ese lo conoces de algún lado—. Ruedo los ojos.

—No Esther no lo conozco y no se su nombre—. Tomo un cojín y se lo lanzó. —Ya vete que no me dejas centrarme en mis estudios—.

—Para tu información no te preguntaba del chico que conocimos en la salida si no del otro que se te acerco en la fuente—. Abro mis ojos como platos.

—Yo hablaba de él también de quien crees tú que hablaba—.

—Mmm no se de aquel chico con el que tropecé, pero él prefirió mirarte a ti—. Muerdo mis labios.

—Ya vete quieres—.

—Okey ya me voy, pero si quieres te ayudo para que lo conquistes—.

—Sabes donde vive acaso—.

—No, pero si se interesó en ti estoy segura que lo volverás a ver, tal vez y sea estudiante de la Facultad—.

—Estas loca sabes, cómo él va a ir para la Facultad y no creo que sea estudiante—.

—Pero quieres volver a verlo verdad—.

—No, ya déjame en paz vete—.

—Okey ya me voy—. Esther sale de mi habitación.

Suspiro...

No creo que lo vuelva a ver eso es absurdo jamás se vuelve a ver a un desconocido solo fue coincidencia que lo conociéramos bueno no es que lo conocemos, Huy ya Emily deja de pensar en ese hombre.

—No lo volveremos a ver nunca más—.

—Tal vez si—. Doy un respingo al escucharla.

—Esther que no te habías ido—.

—Si, pero regrese por esto, creo que si piensas en aquel chico—. Señalo la puerta. —Okey ya me voy—. Niego.

Será mejor centrarme en mis estudios...

Horas después estoy cabeceando ya son las doce de la noche ya es suficiente para mi pobre cerebro, me meto a la cama...

Me remuevo para ambos lados no puedo dormir esos ojos verdes brillantes no me dejan dormir.

No es que no me dejen dormir es que cierro los míos y veo su rostro y sus ojos brillan como diamantes.

Me pongo una almohada en la cabeza y cierro mis ojos...

Día siguiente.

Saludo a mis padres y desayuno al terminar ayudó a mamá a recoger todo voy a mi habitación a buscar mis cosas hoy ya es viernes, pero para mí es como si no hubiera fin de semana desde que entre a la universidad.

Pero si quiero ser buena, tener la mejor calificación y mantener mi beca que tanto me costó conseguir tengo que sacrificar me ¿no? Y si eso es mi fin de semana que importa.

—Em ya terminaste vámonos—.

—Ya voy—. Salgo de mi habitación y salgo fuera de la casa subo al auto...

Horas después Esther aparca en el estacionamiento bajo me despido de ella y camino hacia la facultad, me detengo al ver al chico de ayer, mi corazón da un brinco al verlo.

Pero que hace él aquí, parpadeo varias veces él me sonríe.

—Buenos días señorita Govea—. Miro al profesor Carter.

—Buenos días profesor digo catedrático Carter—. Volteo a mirar al callejón donde estaba el chico y ya no está, pero como.

Miro para ambos lados, pero no está. —Señorita Govea busca a alguien—.

—Eh sí.. digo no usted vio al chico que estaba parado en el callejón—.

—¿Algún novio? —Niego. —Entremos—. Dice él adelantándose.

Camino detrás del profesor, esto se siente raro que hacía él talvez trabaje por aquí eso debe ser.

Entro al aula de clase y me siento en mi puesto el que ocupó siempre.

Las clases pasan lentas, al terminar voy a la cafetería Esther me hace seña para que me siente con ella.

Voy con ella saludo y empiezo a comer, pero mi cuerpo está aquí pero mi mente está en otro lado.

Al salir de la universidad espero a Esther en el estacionamiento dijo que vendría dentro de un rato, se me antoja un refresco, cruzo la calle, sé que Esther va a tardar.

Entro a la refresquería y compro uno de esos refrescos nuevos que salieron es una mezcla de no sé qué, creo que se llama malteada, pero están deliciosas.

Después de pagar me giro, pero al hacerlo me estrelló contra un pecho fornido miro hacia arriba y veo esos ojos verdes, mi corazón late desbocado y mi piel se eriza al sentir su contacto, me pega a su cuerpo, mi pecho sube y baja.

—¿Estas bien? —. Me pregunta, su voz es grave, su mirada intensa me pone nerviosa.

—Sssii—. Tartamudeo.

—Segura—. Asiento, lo miro como si estuviera hipnotizada.

Mi mente me dice que me aleje, pero mi cuerpo quiere permanecer a su lado, no se que me pasa.

Trato de alejarme, pero mis pies no responden, su mano aún sigue en mi cintura siento como me quema su tacto.

—Em nos vamos—. Y Esther llegó a salvarme.

—Ssii ya voy—. Mi mirada no desconecta de la suya sus ojos brillan.

—Nos vemos otro día—. Me dice y me suelta.

Siento un vacío al no sentir su contacto el me mira y sonríe no parpadeo solo lo miro como tonta siento alguien tomarme del antebrazo y jalarme.

—Tierra llamando a Emily Jeane—. Me dice Esther parpadeo es como si haya vuelto en mi.

Salgo como si alguien me persiguiera, y cruzo la calle sin voltear escucho como un auto frenan de golpe.

Me llevo la mano al pecho. —Señorita Govea se encuentra bien—. Asiento. —Segura a cruzado la calle sin mirar—.

—Yo lo siento—. Miro a la esquina donde lo vi por primera vez.

—Descuide por suerte venía despacio nos vemos—. No le respondo.

—Em pero que te pasa si te molesto que te interrumpiera con ese chico lo hubieras dicho yo te hubiera dado unos minutos más—.

—Vámonos quieres—.

—Está bien lo siento—.

—No, lo siento Esther no sé qué me pasa discúlpame—. Tomo su mano.

—Mal día—. Niego.

—No es eso vamos a casa necesito descansar—.

—Está bien—. Ella conduce a casa al llegar bajo y me encierro en la habitación, no sé qué rayos me paso porque me sentí así con ese hombre.

Me tiro a la cama y cierro mis ojos...

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo