_ Adeline, recuerdas cuando te envié el avión de papel en clases de Informática?. _ La voz plácida de Darius resonó por el pasillo que conducía al mismo aposento en donde se encontraban Bastian y Adeline.
Bastian se hallaba resguardado detrás de la puerta cercana a la habitación en la que Darius merodeaba meticuloso los alrededores del vasto pasillo.
_ Como olvidarlo. _ replicó la joven llorando silenciosamente.
_ La respuesta que me diste no estaba entre las opciones, te daré una segunda oportunidad para que vuelvas a escoger. _ Darius se dirigió sigilosamente al aposento en el que provenía la voz flaqueante de ella.
Aquellos ojos azul marino se percataron de la proximidad del joven Lancaster a la puerta. Desenfundó presuroso el revólver y apuntó expedito hacia él.
_ ¡No lo hagas Darius, no vengas!. _ vociferó entre sollozos intermitentes.
_ Seguiré esperando tu respuesta. _ sonriendo, percutió la puerta con su pierna remitida hacia Bastian. No obstante, Bastian disparó primero, hi